Beneficios de los baños de vapor para la salud

Los baños de vapor brindan una variedad de beneficios de salud y belleza, los cuales son adecuados para casi cualquier persona, esto sin mencionar los incontables beneficios que la práctica del baño trae a la salud personal.

Un baño de vapor es una habitación llena de vapor, con el propósito de brindar relajación y limpieza. Tiene una larga historia que se remonta a la época griega y romana; los orígenes del baño de vapor actual provienen de la bañera romana, que comenzó durante el apogeo del imperio, los antiguos baños romanos cumplían muchas funciones comunitarias y sociales dentro de la sociedad. Muchos ciudadanos de Roma usaban baños públicos, independientemente de su nivel socioeconómico. Estos baños fueron provistos por aguas termales naturales hallados debajo de la tierra. Las partes históricas de un spa romano, medieval, georgiano y victoriano han sido restauradas en Bath, Inglaterra, y están disponibles como baños públicos o Thermae.

Hoy en día todavía existen duchas de vapor naturales, y a menudo todavía se usan sistemas similares a los que los romanos utilizaron, los cuales contienen tuberías y bombas que llevan el agua hacia arriba y hacia las grandes áreas de la piscina, donde sea que existan las fuentes naturales. Los calentadores también se usan para mantener temperaturas cálidas en los baños. En los baños de vapor, los suministros de calor tibio y húmedo se hunden en la piel, las articulaciones y los músculos. La piel primero responde abriendo los poros, limpiando varias capas profundamente en la dermis. La transpiración que transporta las toxinas del cuerpo puede filtrarse fácilmente por los poros dilatados, el cuerpo reacciona relajando los músculos doloridos y mejorando el flujo sanguíneo, llevando más oxígeno y nutrientes a todas las áreas del cuerpo, incluso a los capilares más delicados. Un baño de vapor, también llamado ducha de vapor, aguas termales, húmedos, hidroterapia o baño caliente, es seguro y beneficioso para casi todas las edades y condiciones médicas.

Existen muchos tipos diferentes de baños de vapor, los cuales son diferentes a las saunas (ambos están calientes, pero el vapor en una sauna se crea arrojando agua a una estufa). Los  baños turcos y salas de vapor son algunos tipos de duchas de vapor. La frecuencia con la que deben tomar un baño de vapor es un asunto personal para la mayoría. Ahora bien, con respecto a su uso, la historia da algunas pistas. Desde la primera civilización, las sociedades usaron el baño de vapor por una variedad de razones, particularmente para beneficios de salud y belleza, pero también para la interacción social. El primer uso del baño de vapor ocurrió en tiempos prehistóricos, cuando los humanos usaron los vapores que rezumaban de las grietas del volcán de la Tierra para limpiar y curar a los enfermos. Más tarde, en la antigua Roma los baños públicos, apoyados por aguas termales naturales, estaban abiertos a todos los romanos, independientemente de la clase social. Los bañistas disfrutaban luchando y bailando en los baños, a menudo durante el día, tomando descansos periódicamente para enfriarse antes de volver a entrar. En la época colonial, Benjamin Franklin solía tomar un baño de vapor diario junto a una ventana abierta. Él creía que cada enfermedad podía evaporarse a través de la piel, una vez que los poros estaban abiertos y expuestos al aire fresco. Durante una hora después de un baño de vapor matinal, exponía su piel desnuda al aire fresco del exterior. Durante la época colonial, un baño caliente semanal con mucho vapor era un remedio para las alineaciones médicas típicas.

Hoy esto no ha cambiado mucho. Este tipo de baños son regulados por empresas privadas y semiprivadas, que promueven la salud y la relajación, proporcionadas por centros de fitness, spas y clínicas de bienestar. Los vapores proporcionados por un baño caliente en el hogar, les brindan los mismos beneficios de salud y belleza que las versiones de grado comercial. El personal de salud, desde entrenadores personales hasta cardiólogos, recomienda un baño de vapor regular semanal. La mayoría de los adultos sanos pueden tomar un baño de vapor semanal para la limpieza y relajación de rutina, pero pueden optar por uno por día. A veces los atletas y otros entusiastas del fitness toman un baño de vapor antes y después de sus sesiones de entrenamiento. Aquellos que tienen acné, dolores musculares y articulares, depresión, ansiedad, así como artritis se encuentran entre los bañistas potenciales que pueden tomar hasta dos baños por día, a menos que un médico indique lo contrario. Para los menores de 13 años o mayores de 65 años, se sugiere tomar un baño de vapor a la semana, a menos que el médico recomiende lo contrario. Es importante que no le den a un bebé o niño pequeño un baño de vapor sin antes hablar con un pediatra. Si tienen más de 65 años o padecen de alguna discapacidad física, usen la ayuda de personal o tengan a alguien que les auxilie a entrar y salir del baño de vapor o la bañera, si es necesario.

Por último, cabe mencionar que los estudios demuestran que un baño de vapor es seguro y beneficioso para los pacientes con insuficiencia cardíaca en etapa terminal, por lo que incluso los pacientes con afecciones médicas graves pueden disfrutar de una sesión de vapor. Sin embargo, los baños de vapor no son una receta efectiva para todos. Su médico puede desaconsejarlos o limitar su frecuencia y duración. Además, los bañistas que usan equipo médico duradero pueden necesitar desconectar el equipo antes de bañarse, lo cual puede poner a algunos pacientes en un grave peligro.

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